Yo no puedo escribir, es por eso
que dejo esta grabación a mi confidente, confío en que ella, sí, así es, ella,
hará lo correcto con dicha cinta. Me atemoriza la muerte, no puedo estar de pie
sin lanzarle un reto y fallar en el intento. Detrás de sus ojos negros y huecos
se encuentra el vacío, infinidad de figuras femeninas con sexo de hombre, voces
que resuenan en eco dentro de su cuerpo, llegan a mí desde su cráneo hasta mis
oídos, tonos barítonos y agudos. Apenas
ha pasado un minuto, escucho pasos, yo sé que es Lorenzo.
(Fin de la
grabación).