lunes, 7 de abril de 2014

Rapiña.

Aquellos son seres extraños, son de estatura enorme, poseen cara pálida, grandes espaldas y al hombro una bolsa repleta de dulces. Ahí viene uno, cuídate, no los mires a los ojos porque querrás amarlos, desnudarlos, despojarlos de manera absoluta, comenzarás por el dedo índice para terminar saboreando la deliciosa piel achocolatada de todo su brazo, luego los hombros, te detendrás en sus cuellos y con una enorme mordida experimentarás la gloria,  pero ten cuidado, porque una vez que pruebes de esta delicada existencia, quedarás maldito, nunca más volverás a soñar, jamás dormirás, y entonces, sólo entonces, MORIRÁS. 

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